
Un día como hoy, de 1990, tuve la visita de mi hermano de la vida:
Charly Micol en mi casa y ya que no era de recibir gente, se me ocurrió una idea muy loca y es la que a partir de ahí en más, toda persona, amistad, amores, etc, que visiten mi casa, dejen una huella en una cartulina y pongan lo que les salga; cómo la pasaron y lo que quieran. Ese ritual, continúa y mucha gente ha pasado, he visto cambios en muchas de ellas, muchos se han ido, otros han crecido y la amistad sigue. Muchas palabras fuertes y demostración de cariño estarán por siempre y por eso, mi memoria y mis recuerdos para varias personas/visitas/amores, seguirá más que nunca y el aprecio los mantendré por siempre. Gracias por haber sido parte y seguir estando. Se viene la sexta cartulina.
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