jueves, 21 de agosto de 2008

Agradecimiento

Bendito sea el placer de escucharte. Porque tu voz es melodía. La armonía se fluye de nuestras caricias, me transportan a tus venas y me encuentro nadando entre tu sangre, sangre que late y vibra por mí. Y te agradezco. Te alabo por hacerme sentir feliz. Me das calma, ante tanta velocidad de latidos. Tu silencio me habla y esas palabras las transcribo para tenerlas como testimonio de tu amor. El compartir sensaciones me hacen saber que realmente existen los deseos y mis fantasías se cumplen por sí solas. Nacen de verte a mi lado y de tenerte cerca. Sentirte, mirarte, dejarme entrar en vos. Y esos gemidos tan sutilmente suspirados, me dan valor a jugarme todo por nosotros.

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