
Ella, estaba rodeada de sus sueños. La realidad, rara vez penetraba por la mira de la cerradura. Ella, tenía luz propia; no necesitaba de electricidad. Al igual que una persona privada de la libertad, recibía la comida detrás de la puerta. Durante varios días, ella, planificó salir a conocer la calle; tenía todo cálculo exacto de cómo sería ese plan. Una noche inundada de estrellas, dejó caer una soga y comenzó a bajar por ella hasta que sus desnudos pies tocaron el césped y sintió una extraña sensación; como una descarga eléctrica. Su ropa era diminuta, como su inteligencia. Y así, comenzó a caminar, por inercia. Su propia voluntad le permitía seguir sin rumbo. Algo le decía que lo que hacía estaba bien y siguió, hasta que pudo ver gente escondiéndose y varios niños juntos riéndose. Ella, no sabía, pero "lo prohibido" estaba por sobre ellos. Pasó por al lado y curioseó y uno de ellos le convidó. No sabía qué hacer y ellos le supieron indicar lo que debía hacer. Rato después, todos y cada uno de ellos, abusaron sexualmente de ella y ella fue víctima de la ingenuidad. Así transcurrieron algunas noches en su vida. Durante el día estaba encerrada en su cuarto y ella era su propia maestra y así fue descubriendo cosas pero no tenía la suficiente conciencia para saber si lo que hacía era para bien o no.
Un día de sofocante calor, se sintió nerviosa y se dio cuenta que el nombre que tenía, no iba acorde con su vida (ya que ahora tiene unos amigos que, mal o bien, gracias a ellos conoció muchas cosas) y decidió cambiar su nombre por el de Libertad.
Pasaron varios años y una fiesta sorpresa le fue preparada en su hogar: cumplía 15 años. Familiares que ella jamás vio, la llenaban de palabras aún desconocidas. La trataban con amabilidad y ella, solo conocía lo que le propinaban sus amigos. Recibió regalos de todo tipo; pero todo siguió igual que antes; al día siguiente, su familia seguía en la suya y ella volvió a la noche, a su mundo.
Días después, uno de sus amigos comentó con los otros que sería una buena idea hacerla trabajar y se propusieron conseguirle clientes. Para ella, todo esto era normal y así pasaron cantidades exorbitantes de señores "bien" y todo lo recaudado era para el destruimiento mental y físico. Una noche, ella salió por su cuenta y no encontró a ninguno de sus "socios" y comenzó a caminar y a las pocas cuadras vio a un joven que le gustó y se acercó y le prometió una noche inolvidable, por la módica suma de..., pero él, no estaba interesado y hasta qué punto le gustaba, que se ofreció para hacerlo gratis y él, tampoco aceptó. Ella, dio la vuelta y volvió a su hogar (refugio) y su corazón latía con ansiedad y no entendía lo que pasaba.
Pasaban los días y seguía pensando en él y lloró por vez primera, por no tener lo que anhelaba y volvió a cambiar su nombre, por el de Tristeza.
Días después, uno de sus amigos comentó con los otros que sería una buena idea hacerla trabajar y se propusieron conseguirle clientes. Para ella, todo esto era normal y así pasaron cantidades exorbitantes de señores "bien" y todo lo recaudado era para el destruimiento mental y físico. Una noche, ella salió por su cuenta y no encontró a ninguno de sus "socios" y comenzó a caminar y a las pocas cuadras vio a un joven que le gustó y se acercó y le prometió una noche inolvidable, por la módica suma de..., pero él, no estaba interesado y hasta qué punto le gustaba, que se ofreció para hacerlo gratis y él, tampoco aceptó. Ella, dio la vuelta y volvió a su hogar (refugio) y su corazón latía con ansiedad y no entendía lo que pasaba.
Pasaban los días y seguía pensando en él y lloró por vez primera, por no tener lo que anhelaba y volvió a cambiar su nombre, por el de Tristeza.
Una noche se sobresaltó de una pesadilla y salió corriendo de su cuarto, sin rumbo alguno y tras largas horas de correr, lo vio. Trató de que ésta vez sea diferente la manera a tratarlo. Se acercó a él, disimuladamente; pasó muy cerca; casi lo rosó. Él, no la reconoció; su cabeza estaba en otro lugar y no prestó atención a lo sucedido. Ella, le pidió fuego. Él, le dijo que no fumaba. Se volvió y siguió pensando. Ella, corrió hasta su mundo y lloró. En ese instante escuchó una canción que provenía de la casa vecina y la letra decía:
He tomado tu mano tantas veces y sin embargo sigo sintiendo lo mismo que la primera vez. Te he besado en los labios y me he acostado contigo y acaricio cada momento que hemos pasado abrazados. Supongo que mis ojos solo alcanzan a verte a ti. Solo quiero estar contigo. Hemos llegado tan lejos en tan poco tiempo. A veces me pregunto si esto va a durar. A veces eres tan cariñosa, que las noches que no estás conmigo tengo miedo de que vayas a marcharte. Quizá digas que solo son tonterías pero yo solo quiero estar contigo.
Y la persona que escuchaba esa canción era este joven en cuestión, pero ella no sabía que era su vecino. Él, a modo de ritual, desde esa noche y subsiguientes, a las 9:30 p.m., oía esa canción. Ella, por su parte, sentía una voz en su alma que le decía: espera y Esperanza fue su nombre de ahí en adelante.
Él, la veía salir todas las noches, sin saber donde iría y desde hace tiempo comenzó a crecer un amor dentro de él. Estaba enamorado pero no aceptaba la manera de vivir de ella. La mañana siguiente, él salió de su hogar y ella lo estaba mirando; él, levantó la vista y le pidió una cita para esa misma noche. Ella aceptó. A la hora del ritual, ella entró en casa de él y comenzó a hablar:
- Mirá... yo.- No hablés -dijo él- déjame mirarte un momento.
Escucharon esa canción y al terminar se oyó una voz que salía desde dentro de ella, de su misma alma y le dijo:- Te quiero.
Ella, no sabía el significado de lo que había dicho pero él no lo sabía y ahí mismo la besó con pasión. Y volvió a cambiar su nombre, por el de Felicidad.
He tomado tu mano tantas veces y sin embargo sigo sintiendo lo mismo que la primera vez. Te he besado en los labios y me he acostado contigo y acaricio cada momento que hemos pasado abrazados. Supongo que mis ojos solo alcanzan a verte a ti. Solo quiero estar contigo. Hemos llegado tan lejos en tan poco tiempo. A veces me pregunto si esto va a durar. A veces eres tan cariñosa, que las noches que no estás conmigo tengo miedo de que vayas a marcharte. Quizá digas que solo son tonterías pero yo solo quiero estar contigo.
Y la persona que escuchaba esa canción era este joven en cuestión, pero ella no sabía que era su vecino. Él, a modo de ritual, desde esa noche y subsiguientes, a las 9:30 p.m., oía esa canción. Ella, por su parte, sentía una voz en su alma que le decía: espera y Esperanza fue su nombre de ahí en adelante.
Él, la veía salir todas las noches, sin saber donde iría y desde hace tiempo comenzó a crecer un amor dentro de él. Estaba enamorado pero no aceptaba la manera de vivir de ella. La mañana siguiente, él salió de su hogar y ella lo estaba mirando; él, levantó la vista y le pidió una cita para esa misma noche. Ella aceptó. A la hora del ritual, ella entró en casa de él y comenzó a hablar:
- Mirá... yo.- No hablés -dijo él- déjame mirarte un momento.
Escucharon esa canción y al terminar se oyó una voz que salía desde dentro de ella, de su misma alma y le dijo:- Te quiero.
Ella, no sabía el significado de lo que había dicho pero él no lo sabía y ahí mismo la besó con pasión. Y volvió a cambiar su nombre, por el de Felicidad.
7 años después, ella se encontraba sentada junto a la puerta de calle, pensando en lo ocurrido meses atrás: su esposo había fallecido. Se puso a leer un libro que guardaba desde su infancia y antes de terminar, cayó tendida sobre la alfombra y quedó ahí.
Días después, entró una niña y la vio con el libro abierto sobre su pecho y al levantarlo, se dejó caer una tarjeta con el nombre de Soledad.
Días después, entró una niña y la vio con el libro abierto sobre su pecho y al levantarlo, se dejó caer una tarjeta con el nombre de Soledad.
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